jueves, 27 de marzo de 2014

Historia de una gaviota y del gato que la enseñó a volar.

Kengah la gaviota sobrevolaba junto a sus compañeras el mar del Norte. Después de horas sin descanso decidieron parar un rato y reponer fuerzas comiendo arenques.
Pero cuando Kengah se sumergió en busca de un arenque, esta quedó atrapada en una ola.
Cuando despertó ya era demasiado tarde, tenía la maldición de los mares...
¿Qué podía hacer?
Sabiendo que no aguantaría mucho, Kengah decidió realizar un último vuelo.
Logró llegar hasta San Miguel, Hasburgo. Y allí, en un balcón, se desplomó.
Ya no podía más.
Daba la casualidad de que en el bacón en el que había caído había un gato, Zorbas.
Al ver esto, el gato decidió ayudarla.
Esta no quería. Sabía que iba a morir.
Era ley de vida.
Aun así, la gaviota puso un un huevo, haciendo prometer a Zorbas que no se lo comería, que lo cuidaría y que le enseñaría a volar.
El gato, algo incrédulo fue a buscar ayuda de sus amigos del puerto.
Este llegó al restaurante, donde encontró a Secretario y a Colonello, los cuales le aconsejaron que pidiera consejo a Sabelotodo.
Sabelotodo era un viejo gato del puerto que vivía en un anticuario de un olvidado marino junto a Matias, un mono un tanto impertinente.
Cuando llegaron al anticuario Matias los recibió con la simpatía de siempre.
Buscaron a Sabelotodo rápidamente y encontraron un remedio para el petróleo de la gaviota, pero cuando llegaron al balcón era demasiado tarde. La gaviota yacía inerte en el suelo.
Con mucha pena, le dieron un entierro digno.
Más tarde, Zorbas le mostró a sus compañeros el huevo, y estos con mucho cariño le dijeron que lo ayudarían en todo lo posible.
Pasó el tiempo y nació el pollito, o más bien pollita, a la que llamaron afortunada.
El peligro continuo llevó a los gatos a tener que trasladar a Afortunada al anticuario.
La pequeña gaviota fue creciendo y llegó el momento de volar.
Lo intentaron todo, pero Afortunada no conseguía emprender el vuelo.
Zorbas pensó que si afortunada seguía así perdería la confianza en sí misma, por lo que debían hacer algo pronto.
A este se le ocurrió que podrían romper el tabú por una vez y maullar así con un humano.
Les costó tiempo pero terminaron aceptándolo. Zorbas podría romper el tabú.
pero, ¿qué humano sería el correcto? 
Definitivamente sería ese. Sí. El dueño de Bubulina, La hermosa gatita del que todo gato se podría enamorar.
El gato llegó a toda prisa hasta la casa de esta. Se coló por la ventana.
En cuanto el dueño de la casa alzó la vista, divisó a Zorbas sentado sobre su sofá. Se extraño muchísimo. Pero se extraño aun más cuando este empezó ha hablarle.
Al principio creía que tenía alucinaciones, pero poco a poco se dio cuenta de que no. Era real.
El gato le contó su historia. Le explicó que debía ayudar a Afortunada.
Aunque suene un poco raro, este aceptó.
Quedaron para enseñar a volar a la gaviota.
La noche del encuentro, el humano dirigió a los gatos y a Afortunada hasta un barco en el cual se veía todo San Miguel.
La gaviota se despidió de su querida mami, de su Zorbas, y de los gatos del puerto, que tanto la habían protegido y cuidado.
Así quepor una vez, confió en si misma, en que podría hacerlo.
Tomó aire y alzó el vuelo.

OPINIÓN PERSONAL:
Me parece que es un libro muy tierno. En el cual se explica que el roce hace el cariño. También nos enseña que todos podemos hacer lo que no propongamos.
Un claro ejemplo de ello es como Afortunada consiguió volar.
Me ha gustado mucho este libro porque tiene muchos refranes y enseña muchas cosas que nos pueden ser de gran ayuda.

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